Si yo fuese un Dios,
pondría todo el cuidado
para no volver a hacer un ser igual a mí.
pondría todo el cuidado
para no volver a hacer un ser igual a mí.
Y lo probaría como se prueba
una máquina de segunda mano,
es decir, concienzudamente,
y si alguno de sus movimientos
se asemejara al mío,
lo desharía para crear otro nuevo,
más sencillo, más hermoso,
menos nocivo tal vez,
hasta estar seguro de que sus contrariedades
no iban a trizar corazones,
de que sus controversias
no se iban a combatir hasta las madrugadas,
de que sus incertidumbres
no iban a vacilar el rumbo de lo establecido.
una máquina de segunda mano,
es decir, concienzudamente,
y si alguno de sus movimientos
se asemejara al mío,
lo desharía para crear otro nuevo,
más sencillo, más hermoso,
menos nocivo tal vez,
hasta estar seguro de que sus contrariedades
no iban a trizar corazones,
de que sus controversias
no se iban a combatir hasta las madrugadas,
de que sus incertidumbres
no iban a vacilar el rumbo de lo establecido.
Pero no obstante...
escucho tus silencios,
Sigo creyendo en ti.
Palpito.
A contrahecho.
Si a ti te basta,
me basta .