…de líquidos mediante un proceso de evaporación por calentamiento
y posterior condensación por enfriamiento.
Ahora, que gota a gota me destilo,
que verso a verso “alambiqueo”,
recorro la alquitara de los días.
Ahora que irremediablemente
tengo que llegar a verterme
porque no puede haber freno.
Ahora, que el rampojo inservible
se convierte en algo nuevo,
me desvisto de los hollejos.
Ahora que lo único que queda
es esperar el enfriamiento
y su condensación.
Y tras un tiempo de reposo
pasar el trago
de este áspero orujo,
asesino de madrugadas,
creador de sueños.
Recio, sin condimentos.