domingo, 5 de mayo de 2024

EN EL TRASCACHO

Me fui al trascacho a tomar aliento

y al regreso todo era silencio.

Mi cuenta vacía como mi lecho,

como la casa en la que resuenan los pétalos

que caen secos al suelo.

Porque en una casa vacía cualquier roce

se convierte en estruendo.


Me fui al trascacho a abrigarme de versos

y regresé con un manojo de letras mustias,

tan enmarañadas que ni yo entiendo,

con el mismo dolor en el pecho,

con la misma falta de aliento. 


Y regresé al trascacho,

desando únicamente desaparecer.

Deshacerme como las nubes 

cambiantes con el viento.

Como el humo de la hoguera 

en el patio de un pueblo.

Sabedora de que si nada tengo, nada dejo.

Que si nada quiero, nada anhelo.


Me fui al trascacho

y regresé sin flores ni color,

sin ira y sin rencor,

pero con el mismo desapego

anclado al pecho.