martes, 27 de mayo de 2008

PALABRAS Y SILENCIOS

"Sólo hay dos cosas: palabras y silencios" (La vida secreta de las palabras)


Silencios mesetarios
que impregnan la mente
de palabras calladas.

Horizontes silenciosos
donde se pierden las palabras pensadas.

Palabra expresada. Palabras retenidas.
Palabras ahogadas en mentidas palabras.

Silencios que empapan.
Palabras mojadas en lágrimas.

Lo dicho. Lo omitido.
Lo confiado al silencio del otro.

Silencios que son palabras no creadas,
pero que al fin y al cabo, son palabras.

Silencios que son un don, vacío grato,
desconocidos por no pensados.

Silencios de los labios y palabras del corazón.

La vida secreta de las palabras,
el secreto guardado para siempre,
la palabra presa por unos días, unas horas, unos meses...

miércoles, 21 de mayo de 2008

ANDUVO

Salió a la calle. Llovía.
Anduvo y anduvo con la mirada puesta en el suelo sucio.
Y vio que no llegaba a ningún sitio.
Pero siguió andando y andando esquivando las obras y los andamios.

Y vio que ese sitio era conocido.
Paró y bebió de tus ojos y prosiguió el camino.
Anduvo y anduvo y entonces vio un rastro hondo que formaba un círculo.

Algún día se desgastará -pensó- y siguió andando y andando en círculos,
hasta que se desgastaron sus sandalias,
hasta que el círculo se convirtió en pozo.
Llovía y se empaparon sus pies.
Llovía y se empaparon sus manos.
Llovía y se emborronaron sus pecas.
Llovía y se empaparon las preguntas atadas a sus manos.

jueves, 15 de mayo de 2008

AORTA CORTADA AL TRÁFICO POR OBRAS. DISCULPEN LAS MOLESTIAS

A veces cuando andamos por nosotros mismos nos encontramos una señal que dice “Aorta cortada al tráfico por obras” y es que el día menos esperado, al vagar por el corazón, lo encontramos cerrado al tráfico y en obras. Ponemos el corazón patas arriba, removiendo las viejas baldosas de los sentimientos y picando el asfalto ya hundido por el peso de lo vivido. Levantamos una polvareda de ideales y utopías sin más ni más y nos decidimos a remodelar el alma por completo, porque el viejo corazón ya no nos sirve o se nos ha quedado ajado o se nos ha quedado pequeño. Pero ¿por dónde transitamos mientras tenemos el corazón en obras? Pues intentamos seguir cruzando por el mismo camino de siempre, pero los trozos de cemento levantado y amontonados entorpecen el camino, intentamos pasar por las mismas calles de siempre, pero el polvo dificulta la respiración, intentamos poner chapas y badenes que nos permitan seguir transitando por nuestra alma, pero resulta doloroso, porque ya no es lo que era, porque un corazón en obras ofrece una visión atroz, es como ver un pequeño terremoto vital. Por eso intentamos dar rodeos, pero, no nos engañemos, no hay otro camino, inevitablemente se ha de transitar por la arteria principal y se ha de hacer varias veces al día, y aunque intento esconderme lo máximo posible en el silencio de tus claustros, lejos del ruido de las máquinas y el polvo, al final tengo que regresar y he de hacerlo sin casco, paraguas ni guantes, es decir, tengo que atravesar desnuda un corazón en obras.

lunes, 5 de mayo de 2008

¿_? / 2

Llevaba una pregunta anudada a mi mano derecha,
pero has tardado tanto en responderla que se me ha atado un interrogante a mi brazo izquierdo.
Ahora cargo con más peso en este camino que yo no veo,
pero no obstante, voy más equilibrada al tener igual peso: ¿Será cierto?
A veces el mundo se pone de acuerdo para hacer la misma pregunta
y tú te preguntas ¿será cierto?
Y entonces, de repente, el mundo se pone de acuerdo para hacerte otra misma pregunta
y te interrogas: ¿qué véis que yo no veo?
“¡Qué hacéis mirando al cielo!” y yo pienso en José Hierro:
“Inútilmente interrogas / tus ojos miran al cielo /
¿qué haces mirando a las nubes / José Hierro?”
¿Acaso mi miopía llega a tanto que no veo lo que todos afirman?
¿Por dónde me hallo que no me encuentro con nadie?