Trizadas palabras se amontonan en el suelo
rotas en dos, rasgadas en cuatro,
arrancadas en sus mitades hasta desangrarse
según su vanidad y el mal olor que desprendan.
Y para huir de ellas me refugio en versos claros,
cálidos, diáfanos, clarividentes....
y cambio cerveza por tequila
para que ardan por igual
cuerpo y mente.
"Estaba segura de que la felicidad estaba en conocerse"
la frase que enarbola
esta quema de brujas,
esta pira en la que me inmolo
con mis palabras, mis silencios
con mis trenzas y arrebatamientos.
Ramera de manos ajadas
que no doncella de blancas manos,
Mendiga de pies sucios
que no princesa de cristal.
Caja vacía donde se busca
lo que a hallar no se acierta.
Infame, pendeja,
bebiéndome a sorbos
para no acabar etílica.
Acaso una mentira.
un cuento de hadas,
una fábula,
acaso nada...
Caminar un paso,
beber un trago
echar un cigarro.
Vomitar para que no haga daño.
Dar una patada en el culo
y que se pierda en el ciberespacio,
lejos de mi cuarto.
Aferrarse a una barra de bar,
apurar una cerveza,
colorín, colorado
(recoge todos los trastos)
el dragón finalmente
del castillo se ha adueñado.