Si tras el recodo de los días solitarios
se quedaron agazapadas tus sonrisas
será que no te arrebataron del todo.
Si por entre los cajones desordenados
se quedaron tus refranes enredados
será que no te silenciaron del todo.
Si en los marcos de las puertas
se quedaron tus abrazos de bienvenida
será que no te llevaron del todo.
Si (por mis dedos) se quedaron,
será que calaron del todo.
Solitarias sonrisas
Desordenados refranes
Puertas de bienvenida
que todo lo transformaron y ahora se disipan,
el viento los arrastra por los campos
por las lomas y pesqueras,
por los meandros resecos rebotan.
Levantan los cantos en cada pisada
con una polvareda de añoranzas
y se cuela la tierra en los zapatos
para recordar que aún hay algo que manca.